sábado, 5 de septiembre de 2009

CANTO AL PUEBLO BLANCO ... A mis grandes amigos "El Mincho y la Mica"

“Colgado de un barranco duerme mi pueblo blanco, bajo un cielo que a fuerza de no ver nunca el sol, se olvidó de llorar. Por su callejas de polvo y piedra, por no pasar ni pasó la guerra…..”

… Y continuamos los tres abrazados y caminando descalzos por la playa entonando nuestro himno de vida con una euforia retadora pero no suficiente para acallar el sonido de las olas del mar.

El momento de euforia permaneció durante toda la canción y al terminarla nuestros ojos miraron inciertos el horizonte. Entonces me pregunté si los ojos humedecidos de mis hijos todavía cobijados con mi abrazo, estaban reclamando el retorno de las tertulias bohemias que habían partido de casa llevándome consigo.

Aquella canción que atrajo mi atención con los recuerdos del pueblo que me vio nacer, terminó siendo la compañera permanente en la búsqueda de un no sé qué, pero que por fortuna me incluía a mi mismo.

“Y me pregunto porqué nace la gente, si nacer o morir es indiferente.”

Fueron varias las ocasiones en las que seguimos compartiendo a través de los años haciéndonos preguntas de vida al son de un brindis de vino que no quise dejar añejar para que no hubiesen testigos que atraparan el tiempo y me dejaran sumergido con mis sueños inconclusos.

“Si yo pudiera unirme a un sueño de palomas y atravesando lomas dejar mi puedo atrás, juro por lo que fui que me iría de aquí, pero los muertos están en cautiverio y nos dejan salir del cementerio.”

Han pasado más de quince años y de nuevo nos encontramos abrazados los tres, entonando la misma canción alrededor de una fogata, conjurando con fuego las dudas del pasado y apostando con alegría y sin tacañería por las utopías que revuelcan nuestra existencia.


Hamaca de Luna Llena, Agosto de 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario